Katy Perry estaba ofreciendo un concierto en Londres la semana pasada. Todo iba bien, mejor que bien, hasta que decidió dedicarle una canción a Justin Bieber ¿Se imaginan lo que pasó?
Pues nada más y nada menos que el público empezó a gritar enfadado, a quejarse y a abuchearla. No le gustó nada que la artista de 18 años se pusiera a versionar a Justin.
Se armó tanto estrépito que Katy tuvo que dirigirse al público para defender al músico canadiense. "Justin Bieber es hijo adoptivo mío y de Russell. Lo queremos mucho. No lo abucheéis, chicos".
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